El Subaru XV
2018 mide 4,46 metros de longitud y tiene una distancia entre ejes 3 cm
superior (2,66 m en total). Está construido sobre una nueva plataforma modular
que Subaru ya ha utilizado en el Impreza 2017. Tiene un aspecto muy similar al
del XV 2016 y mantiene una altura libre al suelo de 22 centímetros, que es
mucho para un vehículo de estas características. Todas las versiones tendrán un
sistema de tracción total permanente.

Será una
alternativa a modelos como el Ford Kuga, el Hyundai Tucson, el KIA Sportage, el
Peugeot 3008, el Renault Kadjar o el Volkswagen Tiguan, con respecto a los que
debería tener una capacidad superior para circular fuera del asfalto.

La rigidez torsional del bastidor de este modelo es un 70% superior a la del anterior gracias a la nueva plataforma. El centro de gravedad está situado 5 mm más abajo que antes y el sistema de suspensión, que también es más rígido, contiene el balanceo de la carrocería un 50% más que en el XV 2016. La dirección es más rápida porque la relación de desmultiplicación ha variado desde 14:1 a 13:1 (es muy rápida) y el freno de estacionamiento es ahora de tipo eléctrico.
En el interior,
modifico los asientos para que proporcionen más sujeción lateral, ha instalado
un nuevo sistema multimedia con una pantalla táctil de 8 pulgadas y ha
introducido detalles de diseño como un acabado con pespuntes con hilo de color
naranja para la cubierta del cuadro de instrumentos.
El conjunto de
asistentes a la conducción de Subaru se denomina EyeSight, y contiene elementos
como un sistema de frenado automático de emergencia, programador de velocidad
activo y el sistema de mantenimiento de carril. Los faros pueden tener un
sistema que cambia automáticamente entre las luces largas y las de cruce.
También puede llevar un sistema de detección de objetos en el ángulo muerto y
un asistente por tráfico trasero cruzado.
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